Esos 4 días de inmersión masiva en el mundo del rol, en sus vertientes diversas y aficiones aledañas, son un fenómeno único que es muy difícil de emular. Dedicar casi todo el tiempo a jugar, en lugares cerrados y en general con aire acondicionado, cambiando de una partida a otra apenas dedicándole tiempo a comer o pasarte por la piscina, suena a interesante. Mi primer año me dedique básicamente a trabajar y hacer algo de vida social nocturna, pero no jugué a prácticamente nada. En esta ocasión logre participar en dos partidas de rol, una de jugador, otra de DJ. Hay muchas cosas que me gustaría comentar, pero como no tengo claro por donde empezar, voy a ir soltando según me vengan... Tened en cuenta también que después de muchos años organizando y colaborando en movidas de estas, mis reflexiones igual no son las habituales.
- Descentralización: Casi siempre que uno acude a unas jornadas nos vamos apelotonado en sitios concurridos, mal acondicionados y especialmente ruidosos. Los polideportivos y pabellones varios están a la orden del día, Se forman colas, tienes que esforzarte por oír a tus jugadores, y acabas con un dolor de cabeza épico. En TdN todo está descentralizado. Las partidas se reparten entre habitaciones que acogen a 2 o 3 partidas como mucho, cada una de ellas con aire acondicionado, y distribuidas por toda la superficie del CEULAJ. El espacio utilizado es magnífico para este tipo de actividad, y no creo que haya muchos lugares en ninguna parte de España que tenga las facilidades que este espacio ofrece.
Pero la descentralización no solo se refiere al espacio físico, sino a la forma de trabajo. La gestión de inscripciones en partidas se hace mediante página web/aplicación, y permite economizar más tu tiempo en las jornadas. Una hora antes de que se inicie el turno de actividades, se abre las inscripciones. En ese momento, las TDN parecen un episodio de Doctor Who. Todos quietos en el sitio, mirando su móvil y actualizando como locos, antes de continuar con lo que estuvieran haciendo. En 1 minuto sabes si vas a poder jugar a lo que querías, o te vas a quedar tirado o a merced de la fortuna, en una partida de la que no sabes nada, o quizás sabes demasiado. Pero al menos tienes la certeza de que no has desperdiciado 1 hora y media de tu vida en una cola para luego no lograr apuntarte a nada. ¿Está lejos de ser perfecto? Si. No hay suficientes partidas, se petan enseguida, la app no funciona siempre. Son muchas las quejas que me iban llegando de aquí o de allá, por la imposibilidad de apuntarse a nada. Pero eso también tiene mucho que ver con el equilibrio entre asistentes, espacios utilizables y partidas disponibles. Es un equilibrio que seguramente será complicado de mantener. Ver a tanta gente frustrada porque no podía apuntarse a la que quería solo me daba la perversa idea de que sería un negocio el pagar algo extra por Inscripción preferente, como si de un vuelo de Ryanair se tratara. Seguramente es buena idea que ya no organice eventos frikis :D
Tengo una teoría, que no puedo probar por haber comenzado a asistir ya tarde, y es que ahora la piscina se usa más. La gente que antes se pasaba horas haciendo cola ahora puede relajarse e irse a la piscina a refrescarse en sus ratos libres. Al final al descentralizar la gestión de las inscripciones todos tienen una experiencia más relajada.
-Una estructura férrea: Poder mantener cierta cordura en un evento como estos, con tantísima gente y actividades desperdigadas por mil sitios requiere una supervisión férrea. La organización en ocasiones son vistos como tiranos, con exigencia y metodologías que pueden parecer exageradas, pero la verdad es que no puede ser de otra manera. Establecer unas normas claras y asegurarse de que la gente las respete es algo muy importante cuando tienes la cantidad de asistentes como hay en estas jornadas. En mi primer año me pareció un poco exageradas algunas de las cosas que se hacían, pero ahora ya lo veo más claro. Si no pones orden y seriedad a un asunto así, las cosas se desmadran con facilidad. Habrá cosas que se podrán hacer peor o mejor, pero hay procesos ineludibles, y actitudes que hay que atajar antes de que vayan a más. Desde mi espacio relativamente aparte, no he visto nada raro este año, sino al contrario. La gente tiene asumidas las reglas y parece que no solo las respeta, sino que las defiende. Y lograr que la gente interiorice eso es un triunfo.
- Capas: Las cebollas y los ogros no son los únicos que tienen capas. Está claro que estas jornadas también. Muchos las conocemos por la parte de rol de toda la vida, pero los roles en vivo y los juegos de mesa tienen muchísima importancia en estas jornadas. Y digo como capas porque me da la sensación de que se marcan ritmos distintos en estas actividades, se viven de manera diferente. Hay gente que pica un poco a todo, pero creo que hay muchos que van a una cosa únicamente, y lo demás son como ruido de fondo en su vivencia personal. Esto es especialmente cierto en la gente de los Roles en Vivo. Estas criaturas mitológicas parecen prodigarse mucho más en las noches, dedicando el día a dormir o disfrutar de la piscina, a la espera del atardecer, las sombras y la desaparición del sol directo. De vez en cuando te cruzas con ellos en los horarios de comida, pero el resto del tiempo viven en una capa separada de nuestra realidad, su propio universo del que solo escuchas murmullos. Es algo habitual en casi cualquier jornada, pero la estructura y el funcionamiento de estas lo hace más evidente. Todos nos encerramos en lugares concretos, lejos de grupos masivos, y en ese caso las capas frikis parecen incluso tener más fuerza.
- El Pepe's: Lo que ocurre en el Pepes, se queda en el Pepes. Por dios, esperemos que sea así.
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