Fue un sueño un tanto particular.
Cuando me he levantado esta mañana, tenia en la mente la imagen de un edificio de varios pisos, con salas de diversos tamaños y una gran biblioteca llena de juegos de rol. Todos los juegos de rol que se han publicado en algún momento, en cualquier lugar e idioma, cualquier edición o versión. Pantallas de ordenador donde se podían leer los pdfs de juegos publicados de manera electrónica, y versiones impresas y encuadernadas de los mismos. Cuadros y más cuadros por todas las paredes del edificio, por los pasillos, en galerías especiales, todos ellos reproducciones de mapas, pantallas del jugador y hojas de personaje a modo de exposición. En una de las salas se podían encontrar largos tubos de cristal, llenos de dados de todos los tipos y colores, uno de cada. Podías girar los tubos para ver todas las caras del dado.
Y miniaturas. También había una sala para las miniaturas. Una pared llena de pequeñas vitrinas, como un panal, de diversos tamaños, cada celda conteniendo una miniatura diferente.
Y la gente. Gente que viene en cualquier momento del día, y que se sienta a una mesa a jugar. Algunos se montan sus propias partidas. Otros acuden a partidas organizadas por los trabajadores del lugar. Pero todos están allí para pasar un rato entretenido. Gente de todo tipo, adolescentes, adultos, ancianos, chicos, chicas. Hay un juego para cada uno de ellos.
Una Escuela de Rol, una Biblioteca de Alejandría que contiene todo el rol jamas creado.
Fue un sueño un tanto particular.
3 comentarios:
¡me apunto! ¿dónde queda esa maravilla?
Soñar es bonito, al igual que dejar volar la imaginación.
¡Con esos sueños es que se nota que eres un frikazo! :)
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